Tras la detención del ex presidente municipal del Tijuana, Jorge Hank Rhon y del ex gobernador de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía, diversas reacciones se han suscitado respecto a que los fines tienen tintes electorales.
El Economista | Sumado a estos dos casos, otras dos detenciones cobraron relevancia en tiempos electorales, cuando en mayo de 2009, agentes federales detuvieron al candidato a la gubernatura de Quintana Roo, Greg Sánchez.
El político perredista fue capturado en el aeropuerto de esa ciudad por delitos contra la salud, lavado de dinero y delincuencia organizada, por su presunta relación con integrantes de “Los Zetas” y los hermanos Beltrán Leyva.
Gregorio Sánchez fue investigado por la PGR tras la detección de numerosas operaciones financieras, una denuncia anónima, testimonios de testigos protegidos al detectar una declaración financiera de 1 millón 536,000 dólares.
EL MICHOACANAZO
Un año después, un operativo conjunto entre la Policía Federal y el Ejército Mexicano dio como resultado el hecho conocido como el “michoacanazo”, donde se acusó a funcionarios de ese estado de tener vínculos con el cártel de La Familia Michoacana.
Por tal motivo, se detuvo a 12 presidentes municipales, 8 funcionarios del gobierno estatal, 12 policías, 2 ex directores de seguridad y un juez, además de la persecución del diputado federal electo, Julio César Godoy Toscano, medio hermano del gobernador, Leonel Godoy Rangel.
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